Cuando se habla de una llanta, se suele pensar, básicamente, en un objeto con una finalidad estética únicamente. Craso error. Las llantas de un coche cumplen diversas funciones, cada cual más importante que la otra. Se denomina llanta a aquella parte donde se ubica el neumático y al lugar donde va conectado el disco de rueda. El disco de rueda es la parte que une la rueda con el eje del coche. En el artículo de hoy, vamos a ver cómo la llanta cumple varias funciones importantes para el neumático que van más allá de la estética.
Historia de la llanta
Nadie sabe con precisión cuándo se inventaron. Como ya es conocido, las llantas eran, en sus inicios, de acero, de hule o de hierro. Lo que iba variando era el grosor de las mismas. Esto le otorgaba mayor duración a la rueda y evitaba dañar los caminos. Pero a medida que la tecnología avanza y mejora, también lo hacen los materiales por lo que a día de hoy encontramos llantas de aluminio por ejemplo, que suponen toda una revolución en el mundo de las llantas por ser un material muy resistente, ligero y el que mejor disipa el calor para que las llantas duren mucho más si se les otorga un buen mantenimiento además.
Funciones de una llanta
Las llantas son un elemento fundamental para dotar de personalidad a un coche y para hacerlo resaltar. Sin embargo, se suele olvidar que las llantas se encargan de una parte importante de la resistencia aerodinámica del vehículo. También se suele pasar por alto que su peso es determinante en la conducción. Las funciones de las llantas, según su material, pueden dividirse de la siguiente manera:
- Llantas de acero. Más económicas pero también más pesadas. Antiguamente se usaban mucho más pero se ha reducido su uso hoy en día por existir alternativas mejores como las de aluminio.
- Llantas de aluminio. Son más ligeras como decíamos y otorgan al coche mayor precisión en el manejo y ahorran combustible. Hoy en día podemos encontrar llantas de aluminio con una buena relación calidad – precio y diseños espectaculares.
- Llantas convencionales. Son las llantas que vienen de fábrica con los coches. Están hechas a la medida de las necesidades específicas de cada coche.
- Llantas de magnesio. Son llantas más caras y usadas en su mayoría para coches de carrera pero es un material que se debe cambiar constantemente y su mantenimiento es tedioso.
Aluminio, el material más utilizado en las llantas
Se viene apostando, cada vez con más determinación, a las llantas hechas con materiales ligeros. Entre ellos destaca, el aluminio, en primer término, pero también se cuenta con el magnesio y con la fibra de carbono. A estas habría que agregar las llantas híbridas, mezcla de aluminio y fibra de carbono. Sin embargo, la mayoría de coches usa llantas de aluminio por ser la alternativa de mejor relación calidad y precio como apuntábamos anteriormente.
Una de las funciones de una llanta es poder absorber los golpes que pueda recibir. Para esto nada mejor que este tipo de llantas. Marcas como Mercedes Benz o Volkswagen, de hecho, tienen una inclinación hacia las llantas de aluminio. Estas empresas consideran que el aluminio, combinado con otros materiales, tiene mayor rigidez que el acero. A esto habría que sumarle el beneficio de la disminución del peso al coche.
En todo caso, los fabricantes que prefieren el aluminio lo hacen, en mayor medida, por las facilidades que brinda al diseño. Añadido a esto el aluminio evacúa mejor el calor que el acero y esto es muy importante para los frenos. Los vehículos deportivos dan buena información sobre la función de una llanta puesto que sus frenos se ven exigidos constantemente. Las pruebas con estos coches fueron determinando la necesidad de hacer diseños de llantas muy abiertos. Se hizo esto con la finalidad de tener unos frenos con una temperatura óptima.
Soportar
El soporte es una de las funciones importantes de una llanta, independientemente del material del que esté hecha. Esta función es vital en la seguridad del coche y, por lo tanto, del usuario. Esto se debe a que la llanta posee ciertos niveles de resistencia por las cargas a las que es sometida. Estas cargas se dividen en absorción de fuerzas verticales, así como las laterales y las de tipo longitudinal.
Girar
Un correcto giro de las llantas es determinante para mantener en buen estado a los neumáticos. De su precisa alineación y balanceo se desprenderá una rotación uniforme. Este correcto giro de las llantas permite ahorrar combustible y distribuir, de manera uniforme, la carga. Elegir llantas es una decisión que debe tomarse en base a una buena información y asesoría.