La mayoría de conductores tienen llantas de aluminio en su coche, principalmente por los diseños que este tipo de llanta ofrece. Un coche con unas llantas personalizadas gana mucho, su aspecto mejora notablemente de hecho, vemos cómo la mayoría de utilitarios destacan por encima del resto por tener unas llantas diferentes al resto, más agresivas, elegantes o incluso a la última moda. Pero el aluminio no tiene únicamente infinidad de posibles acabados sino que también tiene diversas ventajas en comparación con otro tipo de elementos. A continuación, vamos a ver que montarle a tu coche unas llantas de aluminio no solo mejorará la estética sino que también influirá positivamente en las prestaciones del automóvil.
El aluminio, el material clave en las llantas
En comparación con el magnesio, metal utilizado en la fabricación de llantas para coches de competición, este tipo de llantas necesitan por ejemplo ser reemplazadas con más frecuencia por agrietarse más fácilmente que las de aluminio o incluso por necesitar un mantenimiento mucho más exhaustivo. A nivel de coste, el magnesio es mucho más caro que el aluminio por lo que si además de necesitar un mantenimiento constante o un posible cambio antes de tiempo, el magnesio se vuelve una opción poco rentable.
Mejora la refrigeración de los frenos
El aluminio, al ser un metal ligero y un gran conductor del calor, ayuda a expulsar el calor de los frenos por lo que consigue disminuir el riesgo de perder fuerza de frenado en condiciones difíciles. De hecho, mejora en la actuación de los frenos porque el diseño de las llantas está construido de manera que deja entrar más aire refrigerante en los discos. Y como decíamos, al ser muy ligero, el peso del vehículo se reduce por lo que existe una mejor aceleración, reacción y un adecuado frenado.
Más rigidez
Este metal es mucho más rígido que el acero por lo que unas llantas de aluminio de buena calidad con una resistencia adicional, las convierten en una gran ayuda para reducir la inclinación de las ruedas en las curvas. Para coches equipados con motores potentes y neumáticos deportivos en los que la sobrecarga puede que alcance los 1.0 G, las llantas consiguen una mayor resistencia a los impactos y posibles deformaciones.
Se reduce la masa no suspendida
Las llantas de aluminio son sin duda más ligeras que las de acero y aportan una serie de características como el confort, seguridad del viaje y ligereza al auto. Su peso es tan significativo que las llantas forman parte de la masa no suspendida que es lo que está constituido por la masa de amortiguación, las ruedas, rodamientos, amortiguadores y los frenos en caso de estar situados fuera del chasis como por ejemplo estar incluidos en la llanta. Esto hace que la conducción se vuelva más precisa y además haya una mejor entrada en las curvas y más control.
Llantas de aluminio para todos los gustos
Como comentábamos al principio del artículo, la estética y aspecto del coche mejora bastante después de colocar unas llantas de aluminio y si están personalizadas, mejor que mejor porque van a ser únicas y diferentes al resto de llantas comunes. Las llantas de aluminio además, son la mejor opción en cuanto a calidad y precio si estamos buscando darle un cambio de look a nuestro vehículo. Incluso el mantenimiento de las llantas de aluminio es mucho más sencillo de lo que podamos pensar.